AY COÑ0 LO QUE ACABA DE OCURRIR AHORA MISMO URGENTE

...a veces la verdad duele: este hombre tiene razon. Pero es la verdad. Deportar a un ciudadano extranjero que tiene más de 20 anos en el país, es condenarlo a la muerte o a agonizar como un zombie antes de volver a morir. La brutalidad de nosotros, los dominicanos de querer robar chelitos a los inmigrantes haitianos nos están dando duro como un bumerang por culpa de los ladrones politicos que estaban o están robando a mano llena el patrimonio de la riqueza del país. Ellos nos dejaron que nosotros robáramos, pero robamos migajas, ellos roban el tesoro de la nación. Hay que comenzar a quitarles esa fortuna que ellos se robaron durante sus gobiernos en más de unos 25 o 30 anos de despilfarro de nuestro patrimonio. Ahora le arremetemos a estos pobres infelices, como que no hay Dios, sino hombres primero a y Dios después si es que tenemos tiempo para eso. Guao, que hipocresía: tratar de engañar a Dios. Guao, guao y guao, cono. Si les digo a estos haitianos: al final del túnel hay luz. Ustedes adquirieron experiencia en esta parte de la hispaniola. Lleguen a su país y ordenándolo, gobiernen su a país y seamos buenos vecinos. Que Dios les bendigan, pueblo de Haití quitándose de arriba de sus hombros a los terroristas haitianos ayudando ustedes a sus policías y eliminarlos, este es solo el comienzo para emprender la paz en su tierra. Hagan escuelas para que los futuros haitianos aprendan y puedan identificarse con hijos orgullosos en Haití. Nosotros no podemos aguantar la carga económica. Además, mientras estén en el este de la hispaniola, paguen impuestos si es que un politico dominicano hace cabeza y crea nuevas leyes para con ese dinero ayudar con la carga de ordenarlos a ustedes y que castiguemos a los dominicanos abusadores, ladrones malditos que gozan el sacrificio de todos los dominicanos y de ustedes también pagándoles una miseria de dinero por la cual el dominicano de "a pie" no puede ni va a trabajar como si fuera realmente un esclavo. Para aceptar el tipo de pago que ustedes reciben, hay que pasar hambre uno con sus hijos, no se puede cubrir la renta y hay que vivir sin techo, en la miseria, no se puede cubrir los gastos de un desarrollo de este siglo 21 y hay que vivir como si fuera en el siglo 15 o algo así. Senor ciudadano de Haití: su caso me rompe el alma. Quiero regresar a mi país, quizás yo pueda continuar la lucha de colaborar con el crecimiento de la nación y así ayudar de una manera u otra a su país pues lo que le hace daño a ustedes repercuta en la Republica Dominicana tarde o temprano. Buena suerte. La Republica de Haiti necesita escuelas, hospitales, carreteras y mucho gas propano para comenzar a emprender una nación desde abajo hacia arriba, es decir, educando y formando hombres y mujeres que sean un producto de crecimiento en el país, sin guerras ni abusos pero con leyes y sin odio.